lunes, 23 de septiembre de 2013

Cómo mantener la presión correcta de los neumáticos

Los neumáticos son el único punto de unión entre nuestro vehículo y el suelo. Por nuestra seguridad, es conveniente saber cuidarlos y mantenerlos en las mejores condiciones posibles.

Según un estudio de Bridgestone del 2012, el 78% de los vehículos presenta baja presión en los neumáticos y el 25% de los automovilistas conducen con los neumáticos desgastados más allá del límite legal. Para evitar el desgaste y la rotura es fundamental mantener la presión adecuada en nuestros neumáticos. Además de ganar en seguridad, la conducción será más cómoda y limpia.

Como medir la presion de los neumaticos

¿Cómo medimos la presión de los neumáticos?

Para medir la presión de los neumáticos necesitas un “manómetro”. Si no dispones de uno, puede dirigirte a la gasolinera más cercana y utilizar las máquinas de medición que tienen para ello.

No olvides parar el motor del coche, poner el freno de mano y medir la presión de todas las ruedas del coche. ¡OJO! No te olvides de la rueda de repuesto.

Si alguno de tus neumáticos tiene la presión baja, debes ponerle aire. Si, de lo contrario, tus neumáticos tienen la presión alta, debes quitarle aire.

¿Cuál es la presión adecuada?

Cada coche es diferente, por lo que se debe consultar el manual de cada fabricante para determinar la presión exacta de nuestro vehículo. Los riesgos serán mayores cuanto más nos alejemos de esa presión recomendada.

La presion correcta de los neumaticos

¿Con qué frecuencia debemos medir la presión?

Aconsejamos revisar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes.

¡OJO! No midas la presión después de un viaje largo cuando los neumáticos están calientes, ya que la presión será más elevada de lo normal. Asegúrate de que los neumáticos están fríos en el momento de la medición.

Por último, os dejamos los consejos de uno de los mayores fabricantes de neumáticos. Michelin recomienda:
  • Acudir a un especialista para revisar los neumáticos de su vehículo si tienen más de cinco años, al menos una vez al año.
  • Seguir las recomendaciones de sustitución de los neumáticos del fabricante del vehículo.
  • Cambiar los neumáticos de más de diez años desde la fecha de fabricación, aunque parezcan estar en buen estado y no hayan alcanzado el límite legal de desgaste.